A veces nadie sabe lo que te ocurre, a veces todo el mundo lo nota; pero solo tú sabes lo que realmente sucede.
jueves, 23 de diciembre de 2010
Navidad y los regalos.
Cada año se valora un poco de todo: las notas del curso, el comportamiento, las veces que hemos cumplido un castigo, visitar a la familia, ser amable, etc. Y si todo lo hemos hecho bien a lo largo de este ultimo año tendremos la recompensa que llevábamos esperando meses, incluso, años. Yo pienso que sin regalos el mundo sería un lugar más triste. A la gente le gusta sentirse querida y pensar que alguien se acuerda de él/ella. Pero también existe la gente que le gusta hacer regalos, por el simple hecho de hacer feliz a la gente. Si os digo la verdad yo no soy una persona egoísta ni nada por el estilo, y pienso: Estas navidades no he recibido ningún regalo, pero me da igual, me contento con regalar yo un par.
Feliz Navidad.
Feliz Navidad.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Pablo Neruda. Poema XX
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
martes, 21 de diciembre de 2010
Una tarde de Septiembre. Aún hace calor. El parque, un banco y tú estás a mi lado. Haces el tonto hablándole a las ardillas; y como siempre me haces reír. Te pido un beso, me lo das. Te pido un abrazo y también me lo das.
-¿Por qué siempre te lo tengo que pedir?
+Porque así sabrás que todo lo que me pidas te lo podré dar.
-¿Por qué siempre te lo tengo que pedir?
+Porque así sabrás que todo lo que me pidas te lo podré dar.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Querido diario:
Y si algún día tú y yo, ya no somos tú y yo, quiero que sepas, que te seguiré queriendo siempre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)